"Yo digo que las estrellas le dan gracias a la noche, porque encima de otro coche no pueden lucir tan bellas. Y digo que es culpa de ella -de la noche- el universo, cual son culpables los versos de que haya noches y estrellas..." Silvio Rodríguez

martes, 19 de julio de 2011

En un frasco

Hay veces en las que uno siente ganas de agarrar y meterse en si mismo, viajar por todas las partes de su cuerpo, intestinos, arterias en fin, de descubrir mundos que uno no sabe que existen dentro de sí y contemplarse durante largo tiempo.
Hay veces en las que uno desearía existir sin los demás, sentirse solo en el mundo, sin prejuicios, sin miradas de odio, sin alguna cosa por la cual avergonzarse, caminar desnudo por la ciudad, o usar lo que se le de la gana; un calzón por sombrero bailar cumbias, reírse hasta no parar.
A veces uno piensa que es mejor el mundo propio, la propia cabeza, la propia imaginación, ahí no somos vulnerables, viajamos por bosques misteriosos donde existen seres que nos comprenden, nos quieren como somos, podemos ser quien somos. Ahí todo es como nos gusta, el ambiente, los olores, los sonidos, los colores... ahí todo nos va bien, no tenemos que fingir.
Hay veces en que uno solo quiere ser sí mismo, existir sin nada más, sin los demás, aislado en un frasco, como un feto en algún sucio laboratorio, y pensar y pensar. Pero sabemos que eso es imposible.
Uno está hecho de pedazos de los demás y nada de lo que creemos, imaginamos o sentimos es totalmente nuestro ni totalmente aislado, a donde quiera que vayamos, por mas físicamente solos que estemos, siempre están ellos presentes, no nos podemos escapar; uno es en realidad un collage de todos los demás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario